Mi mujer es la mejor persona que he conocido. Tiene 600 clases distintas de sonrisas..., y todas ellas te iluminan la vida. Con sus olvidos puede hacerte reír a carcajadas. Así, sin más. Pueden hacerte incluso llorar.... de risa.... Así, sin más. Y eso sólo sus sonrisas....
Es un despiste constante e incluso en algunas ocasiones habla sola, a veces la escucho desde la cama cuando se está secando el pelo en el baño ... o busca algo que no acaba de encontrar .... ese cargador del móvil que cogemos Víctor o yo .....
Me gusta ver cómo prepara las clases, cómo se “pega” con el word haciendo los exámenes y como los corrige con la misma ilusión que hace años.
Me encanta mirarla cuando está dormida. Escuchar esa canción cada vez que pienso en ella y cómo consigue que me sienta. Hace que todo sea posible, no sé… como si todo tuviera sentido y la vida fluyera calmada e intensa a la vez...
Soy el hombre más afortunado que existe, por haberla encontrado y creo que ese es el secreto: Siento que he tenido suerte, cuando abro los ojos por la mañana siento el sol del día y la veo dormir a mi lado.
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