Tienes que aprender a ser indulgente contigo mismo, porque te quieren y te necesitan como a nadie. Estás escalando el monte Everest a pelo, así que no te preocupes si al principio lo haces fatal y lo sigues haciendo de vez en cuando mal, los hijos no traen manual de instrucciones.... ¿Quién nos enseña a ser padres? ¿Qué hay que saber para convertir un bebé en un adulto sano?
Ser padre no es nada fácil, joder es bastante difícil a veces, y en la actualidad vivimos en una cultura en la que la facilidad se equipara al valor de las cosas; cuanto más fácil, mejor, y si algo te cuesta más es porque te estás equivocando. Pero lo cierto es que a veces las cosas más difíciles valen realmente la pena. De vez en cuando, ocurre que las cosas que considerábamos más difíciles resultan ser las más simples y sencillas. A esto se le llama un milagro, y aunque lo puedas asociar en cierta medida a la lectura de un libro, a la alineación de los astros, a la manera mágica en que acaricias las plantas del pie de tu hijo cuando es pequeño , se puede decir que se trata de un milagro. Y las probabilidades de que este mismo milagro le ocurra a TODOS LOS PADRES DEL MUNDO son ínfimas, incluso teniendo en cuenta los libros, los astros y las caricias. A veces las dificultades son positivas; nos hacen crecer. Y resulta que ser padres acarrea dificultades. Cualquier libro que te diga lo contrario es una mierda.
Sabrás lo que es ser padre cuando ves que va creciendo y tú lo acompañas, va avanzando y tú estás a su lado, y se va haciendo adolescente y en ese proceso tú no lo dejas, por duro que sea el ver que poco a poco se desprende de ti, para ir en busca de sí mismo.
Sabrás lo que es ser padre cuando oigas el reclamo inesperado y su deseo de independencia. El día que deje de acompañarte, porque sus amigos lo esperan y sientas que tu corazón se estremece, porque el día llegó antes de lo que pensabas y sientas profundamente que así debe ser, porque es el precio que pagarás por el aprendizaje de su vuelo definitivo.
Y finalmente sabrás lo que es ser padre cuando un día tu hijo tenga que partir para estudiar en otro lugar, y la nostalgia consuma las horas que antes feliz disfrutabas en su compañía y quizás sea el teléfono o internet lo que te ligue a el.
Y sobre todo cuando alguien venga y lo lleve de tu lado para perseguir otro arco iris, el de su propia vida, compartida con alguien a quien amará y tú deberás aceptarlo, porque esa es la ley de la vida y tu hijo te fue solamente prestado por un tiempo.
Entonces sabrás lo que es saberte padre. Que no estudiaste para ello, pero lo viviste y lo seguirás viviendo. Y el regocijo que eso te proporcionará deberá entonces ser mayor que el dolor que supone el sentir que algo muy tierno se despide de tu alma. Pero es sólo entonces que podrás saber con plenitud, la maravillosa experiencia, regalo de Dios vivo, que es saberse padre.
El gran premio de la paternidad es un sentimiento de amor incondicional que no se puede describir. Es lo más grande, pero hasta que lo experimentas no sabes en qué consiste.
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